

Una memoria genovesa: Los Banchero
Después de cuatro generaciones, Banchero es un negocio que aún es exitoso. Hugo y Diego, padre e hijo, contaron la historia detrás del histórico restaurante y cuál es su receta para mantenerse en pie en una era tan revolucionada.
“Austeridad y orden” coincidieron Hugo y Diego, padre e hijo, como la característica fundamental de un negocio que triunfa después de 85 años. Desde sus comienzos como una panadería en las calles Perú y Mendoza, hasta la inauguración del último local en Pilar, siempre mantuvieron el mismo lema y esta es una de las claves que los llevó al éxito.
“Cuando vas por acá caminando o cualquier parte del mundo y entras a Burger King sabes lo que vas a comer. Te puede gustar más o menos, pero siempre sabes lo que venden, lo mismo pasa con Banchero”, dijo Diego Banchero para explicar que la identidad del negocio está relacionada con la pizza.
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Pero la creación de un nombre que en la actualidad es reconocido mundialmente fue un proceso. Y en medio del bullicio del local de La Boca en donde nació y al que sigue yendo todos los mediodías Hugo narró: “Este negocio tuvo décadas importantes. Tenemos cuadros guardados de artistas como Quinquela Martín, Avelino Cabral, entre otros. Y en una época vino Eisenhower cuando era presidente en 1950 o Eva Duarte que aparece en varias de las fotos del local”.
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Además, Hugo o, como lo llama Diego “La historia viviente”, comentó con gran emoción que su abuelo era un hombre al que le gustaba la noche porteña. Por eso, Banchero siempre fue elegido por las celebridades de la época, y que entre ellos se hacían llamar los creadores de la “República de la Boca”. Ante esto Diego contó que, de chico, vivió este proceso como normal y que ir al local de la Boca era “como estar en la cocina de tu casa”; con la diferencia de que los domingos los invitados eran los jugadores de su equipo favorito de futbol: Boca.
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Y, sorprendentemente, a pesar de que los valores cambiaron, el actual administrador de Banchero remarcó como hoy hay un resurgimiento de un “nicho porteño”. “Con el nombramiento de Buenos Aires como capital Iberoamericana de la cultura gastronómica, en la ciudad hubo un boom donde se puso de moda comer una pizza al corte en Corrientes, parado, que te atienda un mozo lo más viejo y gruñón posible”, aclaró Diego mientras sonreía ante la posibilidad de volver a una época donde fue tan feliz.
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No obstante, la historia de la pizzería no siempre fue una típica película tana . Tanto en la actualidad como en épocas anteriores, su mayor problema fue lo impositivo. Y Hugo y Diego concuerdan que los costos de materia prima cada vez son más altos y eso hace que el negocio se vuelve menos rentable.
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“Hoy en día el local de La Boca es deficitario y se mantiene con el apoyo de los otros locales. A los cuales también se le imponen una serie de impuestos que son regresivos y muchas veces se interponen entre sí”, agregó Hugo mientras expresaba su enojo con el gobierno con su voz ronca y agitando sus manos en el aire.
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A pesar de esto, la familia Banchero siempre pudo mantener la tradición. Diego confesó que siguen juntándose todos los domingos para comer típicos platos genoveses, y espera que sus hijos mantengan no solo esta tradición, sino el restaurante. Y, efectivamente, en medio de la gente que entraba y salía del pintoresco local de La Boca, Hugo afirmó que la última frase que le dijo su papá antes de morir fue: “Mis nietos van a vivir de lo que yo creé”; y así fue.
Por: Sol Unzue
Entrevista a Diego Banchero - Dueño de la pizzeria 'Banchero'. Créditos: Sol Unzue
